La alimentación moduladora de la inflamación puede contribuir a mejorar significativamente tu calidad de vida a pesar de la predisposición genética que tengas para el Eczema atópico.
Ya que el eczema atópico es un padecimiento crónico que suele presentarse periódicamente, puede ser buena idea emplear la alimentación como uno de los hábitos en tu estilo de vida que más pueden influir para reducir la incomodidad de los brotes o disminuir la frecuencia de su aparición.
Alimenta tu piel para mantenerla sana y radiante
La comida real es el medicamento más potente del planeta, funciona más rápido, mejor y a menor precio que cualquier medicamento y sin los efectos secundarios que causan la mayoría de los tratamientos convencionales.
Imagina que cada bocado de tu alimento es una oportunidad muy poderosa para producirte la salud que tanto anhelas. Velo así, tu salud empieza en tu plato.
Nuestro cuerpo es el vehículo con el que venimos a vivir esta experiencia humana, solo es uno, generalmente no tiene repuesto ni refacciones y, nos acompañará durante todo el recorrido en este mundo. Depende de nosotras brindarle los recursos necesarios para que esté más sano y en buena forma el mayor tiempo posible.
Mi propuesta es que te inclines por una alimentación que module la inflamación que tanto afecta a tu piel.
La cúrcuma, un regalo antiinflamatorio de la naturaleza a tu mesa
¿Qué es la inflamación?
Se denomina inflamación a la reacción defensiva natural que genera el propio sistema inmunológico frente a estímulos nocivos, ya sean físicos, químicos o biológicos. Este proceso surge para proteger, aislar, contener y destruir a su agente agresor. Posteriormente, el organismo prepara al tejido para su reparación.
En una inflamación aguda podemos observar hinchazón, enrojecimiento y dolor. Una respuesta de alarma para que no se fuerce la zona dañada.
Sin embargo, en un estado inflamatorio crónico normalmente no hay ningún tipo de sintomatología notoria y cuanto más persista en el tiempo esta condición, mayor peligro para los tejidos, recuerda que los tejidos forman órganos y la piel es el órgano más extenso del cuerpo. Aunque ambas son respuestas beneficiosas para mantener la integridad celular, la persistencia de la inflamación puede derivar en graves problemas de salud.
De hecho, la inflamación crónica es la base de todas las enfermedades.
Entre los factores que propician la inflamación crónica están los siguientes:
- Alimentación con predominio de productos refinados y ultraprocesados
- Estrés físico y emocional
- Tóxicos
- Desequilibrio entre la proporción Estrés oxidativo-Antioxidación
- Desequilibrio en la ingesta entre las grasas buenas (Omega 3) y las grasas proinflamatorias (Omega 6)
La alimentación moduladora de la inflamación se enfoca en lo siguiente:
Glucemia estable
Diversos estudios han sido realizados en países asiáticos con una muy baja frecuencia de enfermedades de piel y, los resultados reflejaron un tema recurrente: la ausencia de alimentos procesados y de carbohidratos refinados. Estas poblaciones comen de una manera más natural y el azúcar refinado no forma parte del menú. Los alimentos no van empaquetados ni llevan pegada una etiqueta.
¿A qué me refiero cuando hablo de Glicemia estable?
Pues verás, el Índice Glicémico (IG) se mide en una escala del 0 al 100 y ordena los alimentos según el punto de referencia de la glucosa pura que tiene un IG de 100. Los alimentos que tienen un alto IG (más de 70) se digieren y absorben rápidamente y provocan un aumento del azúcar en la sangre rápido, pero transitorio (dura entre uno y dos horas). Eso dispara una pico de insulina, la hormona responsable de regular los niveles de glucosa en la sangre, así como de transportarla y almacenarla en las células para su posterior uso.
Los alimentos que tienen habitualmente un IG elevado son los alimentos procesados que contienen mucho azúcar y harina blanca.
Los alimentos con un bajo IG (de 55 o menos) como:
- Las verduras de hoja verde
- La quinoa
- La fruta rica en fibra
- Legumbres y algunas verduras que contienen almidón como el camote
Todos estos alimentos se digieren con mayor lentitud y hacen que aumenten de manera gradual los niveles de insulina.
Elige alimentos frescos cargados de nutrientes.
El IG no es algo fijo, nuestros factores metabólicos individuales influyen en la manera en que procesamos los distintos alimentos. Así que, eso también significa que si un alimento con un IG bajo te causa molestias, evítalo. Déjate llevar por lo que sientes, en lugar de seguir lo que una lista pueda decir que es bueno para ti.
Mantener unos niveles estables de glucosa en sangre promoverá el adecuado funcionamiento del metabolismo a nivel celular. Para conseguir este punto, se deben desplazar alimentos con alta proporción de azúcar refinado. Y recuerda que la fibra juega un papel muy importante en este aspecto.
A veces te encontrarás el término “carga glicémica o glucémica” (CG). La carga glicémica es otro medidor desarrollado para que actúe como un factor en el contenido de carbohidratos por ración, porque hay alimentos que parecen tener un elevado IG y que, en realidad, no contienen los carbohidratos suficientes por ración para elevar de manera significativa el nivel de azúcar en la sangre. La sandía es uno de estos alimentos, tiene un IG de 80 (elevado), pero su CG es baja.
Equilibrio entre omega-3 y omega 6
El equilibrio graso entre los ácidos grasos omega-3 y omega 6 es importante para evitar vías proinflamatorias en el organismo. Actualmente, el tipo de alimentación de las sociedades desarrolladas incita a un elevado consumo de omega 6 (ácido graso proinflamatorio) que se encuentra en muchos aceites vegetales comerciales, incluyendo el aceite de cártamo, el aceite de maíz, el aceite de girasol, el aceite de soya.
Es cierto que necesitamos grasas omega-6 en nuestra dieta, pero lo ideal sería que eligiéramos las que se encuentran de manera natural en muchas nueces y semillas, en el aguacate, y en los huevos.
Junto con los omega-3, el omega-6 es parte fundamental en la estructura de las membranas de las células sanas, y son muy importantes porque nos ayudan a generar una barrera cutánea de aceites naturales en la piel que son indispensables para mantener una piel hidratada y de aspecto juvenil.
Si no incorporas las grasas suficientes a tu dieta, probablemente tendrás la piel seca e inflamada y serás más susceptible a padecer enfermedades de la piel.
Antioxidantes
Los antioxidantes combaten los radicales libres, es decir, ayudan a asfixiar las moléculas que potencian el envejecimiento y las enfermedades crónicas, incluyendo a las enfermedades de la piel.
El aporte de antioxidantes en la alimentación tiene un papel muy importante en la inflamación. Son los encargados de hacer frente a esas moléculas proinflamatorias que promueven el desequilibrio de la homeostasis. Cuando se mejora la ingesta de alimentos con alto poder antioxidante, desciende la inflamación.
Así, por ejemplo, los antioxidantes que se encuentran en el extracto de semillas de uva, el té verde, la granada, el chocolate negro y el café, solo por mencionar algunos, se unen a otros antioxidantes muy conocidos, se trata de la vitamina C y E y todos ellos pueden proteger tu piel de la agresión de las quemaduras solares, de las inflamaciones, de los daños en el ADN y de los cánceres de piel.
Generalmente, la mejor manera de tomar tu dosis de antioxidantes es a través de los alimentos que consumes, frutas y verduras de distintos colores, porque los antioxidantes son los que les aportan su color y olor, aunque también los puedes encontrar en otros alimentos como el café, el té verde y el pescado.
La mayor parte de los estudios han mostrado que las fuentes dietéticas de los antioxidantes son más eficaces que los suplementos.
En otras palabras, la mejor manera de conseguirlos es comiendo alimentos variados, frescos y coloridos.
Si quieres saber cómo la alimentación y el Estilo de Vida pueden convertirse en tus más poderosos aliados para recuperar y mantener la salud de tu piel, escríbeme y platicamos. ¡Estaré encantada de conocerte!
