Lo que el estrés crónico le hace a tu piel

Lo que el estrés crónico le hace a  tu piel

¿Sabías que el estrés físico y emocional influyen en la salud y la apariencia de tu piel?

Según la Real Academia Española (RAE) la palabra estrés se deriva del inglés stress que significa “Tensión provocada por situaciones agobiantes  que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”

Las hormonas del estrés, concretamente cortisol y adrenalina, influyen en la piel haciendo que muchas enfermedades dermatológicas empeoren aunque no se puede decir que sean la causa directa de su aparición.

Son muchos los estudios que demuestran que aplicando en nuestro día a día técnicas sencillas de manejo del estrés, se reducen los problemas de salud asociados con ello. 

Por consiguiente, es muy importante corregir la manifestación del estrés para ganar salud cutánea.

Estrés, bueno o malo y ¿cómo afecta a tu piel?

El estrés es bueno, al menos desde un punto de vista evolutivo y de supervivencia.

Aquí hay que distinguir entre: estrés agudo y estrés crónico.

El estrés agudo es aquel que cumple con una función importante, protegernos de un peligro real, equipándonos con los medios necesarios para enfrentarnos o para escapar de una situación que amenaza nuestra vida.

El problema es que el cuerpo no distingue si es una amenaza real, que pone en peligro la vida o si es un estrés del día a día como por un problema con tu jefe por ejemplo.

A diferencia del estrés agudo está el estrés crónico, el cual, puede perdurar a lo largo del tiempo. Tiene su origen en múltiples situaciones de la vida cotidiana desde conflictos emocionales hasta estresores externos que agreden tu piel día tras día.

Algunos desencadenantes que representan un estrés para el cuerpo son:

Factores externos:

  • La exposición a la contaminación y a la luz ultravioleta
  • Los radicales libres
  • Las temperaturas extremas
  • El tabaco
  • La alimentación
  • La falta de sueño.

Factores internos como:

  • Una emoción fuerte
  • El dolor
  • La ansiedad.

Los daños que causa el estrés en la piel se relacionan con los desequilibrios hormonales que podrían desencadenar o agravar los trastornos cutáneos, por ejemplo la presencia de las hormonas del estrés, adrenalina y cortisol, que al actuar sobre los receptores de la piel se traducen en enfermedades inflamatorias cutáneas.

Otra vía por la que el estrés puede afectar tu piel es porque modifica el sistema inmunológico bajando las defensas cutáneas, a la vez que activa otras vías de inflamación.

Desafortunadamente estas vías circulan en dos sentidos, van  del cerebro a la piel y de la piel al cerebro, es decir, hay ocasiones, en las que el estrés causa la enfermedad de la piel y otras veces es la enfermedad de la piel lo que causa el estrés, lo cual podría atraparte en un círculo vicioso de estrés-inflamación e irritación.

Dicho lo anterior, ¿cuáles son las enfermedades inflamatorias de la piel que más se ven afectadas por el estrés emocional?.

Algunas de las enfermedades de la piel más relacionadas con el estrés son:

  • Eczema
  • Psoriasis
  • Acné
  • Rosácea
  • Dermatitis Seborreica

Eczema y estrés emocional

Bajo esta denominación se reúnen un grupo de enfermedades que se originan por causas muy distintas entre sí, pero que tienen manifestaciones clínicas en común.

La manifestación clínica fundamental es el prurito, picazón o comezón, acompañado de muy variadas manifestaciones cuyas características dependerán de la etapa en la que el eczema se encuentre.

Aunque el origen de los eczemas puede ser muy diverso, tienen en común que frente a una causa de estrés los síntomas se pueden agravar.

Si quieres saber más sobre los otros tipos de eczemas puedes consultar el artículo «Eczema y Dermatitis atópica, ¿Son lo mismo?«.

Psoriasis y estrés emocional

La psoriasis es una enfermedad de la piel que causa manchas rojas y escamosas que pican, sobre todo en las rodillas, los codos, el tronco y el cuero cabelludo.

Debido a que uno de los desencadenantes comunes es el estrés emocional, los brotes o placas aparecerán habitualmente en aquellas situaciones estresantes para quienes la padecen.

 Acné y estrés emocional

Como dice el Doctor Ramon Grimalt en su artículo “El estrés no es el responsable del acné pero ayuda a su aparición”.

El estrés puede estar relacionado de muchas formas en la aparición del acné.

El acné es una enfermedad inflamatoria crónica de la unidad pilosebácea. Se caracteriza por comedones, pápulas, pústulas y / o nódulos; finalmente, estas lesiones pueden causar cicatrices.

Las causas de aparición son:

  • Genéticas.- existe una tendencia hereditaria que involucra a varios genes.
  • Epigenéticas.- el estrés, la alimentación.

Rosácea y estrés emocional

De acuerdo a la Clínica Mayo «la rosácea es una afección común de la piel que causa enrojecimiento y vasos sanguíneos visibles en la cara. También puede producir pequeñas protuberancias rojas llenas de pus».

Se localiza principalmente en la parte media de la cara aunque a veces se presenta en todo el rostro. Es menos frecuente en los ojos y cuero cabelludo.

Entre las causas que la producen, el estrés tiene un lugar preponderante.

¿Qué puedes hacer para disminuir el estrés emocional y mejorar la salud de tu piel?

Lo importante no es lo que nos pasa, sino cómo vivimos lo que nos sucede en la vida.

Hay muchas técnicas sencillas y muy poderosas que puedes poner en práctica desde ahora mismo para gestionar mejor el estrés emocional y en consecuencia mejorar la salud de tu piel:

  • Yoga
  • Meditación
  • Tai chi
  • La oración
  • Hipnosis
  • Terapias cognitivo conductuales
  • Bioneuroemoción®
  • Coherencia cardiaca
  • Practicar algún hobbie
  • Caminar en el bosque
  • Etc.

Recuerda que en el Hábito está el Cambio.

Conclusiones

  • El estrés sí afecta directamente la salud de tu piel y hasta el tratamiento más adecuado es menos efectivo si hay un nivel de estrés importante y sostenido en el tiempo.
  • La reacción al estrés de nuestro cuerpo es la misma tanto si nos enfrentamos a una situación que amenaza nuestra vida, como a una lista interminable de quehaceres o a una discusión con un amigo o un familiar.
  • Para mejorar realmente la salud de tu piel y que esta mejora sea sostenible en el tiempo, te sugiero incorporar alguna de las prácticas anteriores para lograr gestionar mejor tus emociones y poderte librar de los efectos nocivos del estrés, cuando enfrentes épocas en las que este aumente.

Si quieres saber cómo transformar los factores estresores en potenciadores de tu salud cutánea y así recuperar y mantener la salud de tu piel, escríbeme y platicamos, ¡estaré encantada de conocerte!

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