Consumir alimentos ultraprocesados se vincula al desarrollo de diabetes y otras enfermedades crónicas.
Un ejemplo de los muchos productos ultraprocesados en el mercado están los refrescos.
Según datos de la Universidad de Yale, México es el primer consumidor de refresco en el mundo, con un consumo promedio de 163 litros por persona al año.
Esto es realmente muy preocupante por su implicación en la salud de los consumidores, ya que, “ingerir refrescos o bebidas endulzadas en exceso se asocia con padecimientos como: obesidad, diabetes tipo 2, derrames cerebrales…, cáncer, artritis reumatoide, enfermedades arteriales coronarias y óseas,…”, afirmó en la UNAM Florence L. Théodore, del Instituto Nacional de Salud Pública.
Y algo más potente todavía: todas las enfermedades anteriores pueden ser prevenidas, en gran medida, con un estilo de vida saludable y una alimentación antiinflamatoria y prebiótica.
¿Qué son los alimentos procesados?
Según el documento llamado, “El gran tema en nutrición y salud pública es el ultraprocesamiento de alimentos”, los alimentos procesados y altamente procesados se refieren a “aquellos productos alterados por la adición o introducción de sustancias que cambian la naturaleza de los alimentos originales, con el fin de prolongar su duración, hacerlos más agradables o atractivos”.
Hoy en día, los alimentos procesados se han vuelto una constante en el consumo cotidiano de muchas personas.
Para los consumidores, el aparente beneficio es momentáneo y se limita, básicamente, a tener un alimento listo para comer, beber, calentarse o reconfortarse.
Sin embargo, los efectos de este tipo de alimentos en nuestra salud son totalmente opuestos a la comodidad o al placer que nos produjeron. Desafortunadamente, su consumo representa una carga metabólica para nuestro cuerpo y un gran daño a nuestra salud.
Son productos comestibles repletos de azúcar, sal, grasas trans, conservadores, potenciadores del sabor, organismos genéticamente modificados (GMO), colorantes, etc.
Diversos estudios, como el realizado por investigadoras de la Universidad de Colorado, han demostrado el alto poder adictivo de los alimentos procesados, abundantes en azúcar, grasa y sal, los cuales son fabricados en plantas industriales en lugar de provenir de plantas naturales.

El azúcar, como uno de los ingredientes añadidos más abundante en los alimentos ultraprocesados
El azúcar es un carbohidrato simple que se encuentra de forma natural en alimentos como granos, legumbres, frutas y vegetales. Cuando no está procesado, el azúcar contiene también vitaminas, minerales, enzimas y proteínas.
Cuando comemos un alimento que naturalmente contiene azúcares, como arroz integral, el hecho de cocinar, masticar y digerir, aporta energía, la cual se va liberando gradualmente y, por tanto, es más duradera.
Esto no sucede cuando hablamos de los azúcares añadidos en los alimentos ultraprocesados, los cuales aportan una energía inmediata, pero también se agota rápidamente.
La sacarosa es un azúcar refinado que proviene de dos fuentes principales:
- caña de azúcar
- remolacha azucarera
Sacarosa es el nombre científico del azúcar refinado, la misma que se usa para preparar postres caseros. Otros tipos de este azúcar son: el azúcar glass, azúcar de caña, azúcar moreno.
Estos azúcares refinados, en lugar de que aporten nutrientes al organismo, más bien promueven su carencia.
Entran al torrente sanguíneo muy rápidamente, primero hay una gran concentración de azúcar en sangre lo cual causa excitabilidad, nerviosismo e hiperactividad y al poco tiempo viene una caída brusca de los niveles de azúcar, lo que provoca fatiga, depresión, cansancio y agotamiento.
Por ello, en las personas que consumen alimentos ricos en azúcares refinados, es común observar cambios frecuentes en el estado de ánimo.
Del maíz también se extrae un edulcorante líquido muy dulce, altamente concentrado, rico en un azúcar simple llamado fructosa, es el jarabe de maíz de alta fructosa (JMAF), que se encuentra muy presente en los cereales de caja, productos de panadería, helados, pero muy especialmente en los refrescos y en las bebidas con sabor a frutas.
Este azúcar es altamente concentrado; esto hace que sea muy fácil para la persona que lo consume tomar grandes cantidades, mucho más rápido de lo que podría consumir comiendo alimentos que contengan azúcar de forma natural.

¿Dónde está el azúcar añadido?
Actualmente, el azúcar agregado está presente en una gran variedad de productos ofrecidos por la industria alimentaria y de bebidas.
El jarabe de maíz de alta fructosa es el endulzante de la mayoría de los productos, aunque principalmente está en bebidas, entre las que se encuentran:
- Refrescos regulares
- Jugos de frutas
- Bebidas energéticas
- Bebidas deportivas
- Tés endulzados
- Cafés endulzados
- Agua endulzada
- etc.
Además de encontrarlo donde parece obvio, como en los productos de panadería, postres o helados, también hay azúcares agregados “ocultos” en otros alimentos procesados como:
- salsas para pasta
- mantequilla de nueces o cacahuates
- salsa BBQ
- aderezos para ensaladas
- barras de granola
- avena instantánea
- vegetales y legumbres enlatados
- comida para bebés
- yogures con frutas o yogures para beber
- cereales
- salsa de tomate
- jarabes para la tos
- etc.
Añadir azúcar refinada en los alimentos procesados aumenta las calorías que aportan, sin añadir nutrientes, lo que se conoce como “calorías vacías” y que, sin duda, comprometen la salud.

Los efectos del azúcar en la salud
Muchos estudios científicos han vinculado el azúcar con enfermedades como: obesidad, diabetes, enfermedades cardíacas, así como con factores que incrementan el riesgo de enfermedades del corazón, tales como hipertensión arterial y triglicéridos elevados.
Además, un consumo frecuente de estos azúcares refinados alimenta a los microorganismos no beneficiosos de la microbiota, impactando negativamente en el estado general de salud.
La ingesta frecuente de azúcares simples es una de las causas de la Inflamación crónica de bajo grado (ICBG), la cual subyace a muchas enfermedades, particularmente a todas las enfermedades crónicas no transmisibles: diabetes tipo 2, hipertensión, hiperlipidemias (colesterol y triglicéridos elevados), enfermedades cardiovasculares, derrame cerebral.
Aunque el sabor dulce sea uno de los sabores favoritos de casi todas las personas, es muy importante recordar que si se consume frecuentemente en forma de “calorías vacías”, estas van de la mano de muchos problemas serios de salud.
Recuerda: puedes empezar desde hoy tu camino de autocuidado, porque la prevención de las enfermedades es el arma más poderosa a favor de tu salud.
¡Tú eres única, y tu salud lo vale! Te invito a reservar una sesión de Coaching conmigo. Escríbeme y platicamos, ¡estaré encantada de conocerte! Mi abordaje integrativo es compatible con tu tratamiento médico (si ese fuera tu caso).
El Blog Viviendo en Plenitud®: la salud desde una perspectiva integrativa, año 2, número 11, febrero 2022, es una publicación electrónica periódica editada por Maricruz Cuevas García, en Baja California Sur, La Paz, México, contacto@viviendoenplenitud.mx radicado número 00006578, ISSN en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Editora responsable de todas las publicaciones: Maricruz Cuevas García. Fecha de última modificación: 21 de febrero de 2022