En los últimos años, la producción y el consumo de alimentos orgánicos ha aumentado de manera sostenida a nivel mundial, a pesar de la menor productividad de los cultivos orgánicos. De hecho, en 2018, México se ubicó como el cuarto productor de alimentos orgánicos en el mundo
Imagina que tienes unas apetitosas fresas cultivadas del modo convencional, por un lado, y, por el otro, las tienes orgánicas. Ambas, a simple vista, se ven iguales, con colores brillantes y frescas. Ambas proporcionan vitaminas y fibra, y ninguna contiene grasa ni colesterol. ¿Cuáles elegirías?
Acompáñame en este artículo para conocer las principales diferencias entre un tipo de cultivo y otro, así como los beneficios de los alimentos orgánicos.
¿Qué es la agricultura orgánica?
Los alimentos orgánicos son productos que se cultivan, se crían o se procesan utilizando métodos naturales, sin el uso de agroquímicos; en el caso de la agricultura, ni hormonas de crecimiento, anabólicos o antibióticos, en el caso de la ganadería.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el objetivo de este sistema de producción orgánico es potenciar la seguridad alimentaria, el desarrollo rural, los medios de subsistencia sostenibles y la integridad del medio ambiente (mejorar la calidad del suelo y del agua), así como, proporcionar hábitats seguros y saludables para el ganado y permitir el comportamiento natural del mismo.
Por su parte, la agricultura tradicional emplea agroquímicos sintéticos, promueve el monocultivo, agotando los nutrientes de la tierra. Esta es la razón por la que los alimentos naturales tienen cada vez menos nutrientes y es necesaria la suplementación.

Cultivo orgánico

Cultivo con uso de agroquímicos
¿Qué ventajas tiene consumir alimentos orgánicos?
Aunque existen opiniones encontradas al respecto, está claro que consumir alimentos orgánicos reporta ventajas. Estas son en cuanto a:
- Nutrientes:
Diversos estudios han demostrado que los alimentos orgánicos tienen concentraciones significativa y sustancialmente más altas de una variedad de antioxidantes, como los polifenoles.
Muchos de estos compuestos se han relacionado previamente con un riesgo reducido de enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas y ciertos tipos de cáncer, en estudios epidemiológicos y de intervención dietética.
También se han detectado diferencias significativas para algunas vitaminas y minerales.

- Metales pesados:
El cadmio (Cd) es una sustancia química tóxica que se encuentra naturalmente en el suelo y es absorbida por las plantas.
Existe evidencia de que las concentraciones más altas de antioxidantes y las concentraciones más bajas de Cd están vinculadas a prácticas agronómicas específicas, es decir, a la prohibición del uso de fertilizantes sintéticos en la agricultura orgánica.
- Residuos de plaguicidas o pesticidas:
Los plaguicidas son productos químicos utilizados en la agricultura, para proteger los cultivos de las plagas.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), “Los pesticidas se usan para controlar diversas plagas y transmisores de enfermedades, como mosquitos, garrapatas, ratas y ratones… Se emplean en la agricultura para controlar las malezas, la infestación de insectos y las enfermedades”.
Los productos orgánicos pueden tener residuos debido a los plaguicidas aprobados para la agricultura orgánica o debido a los plaguicidas de las granjas convencionales transmitidos por el aire. Sin embargo, en comparación con los productos cultivados de manera convencional, los orgánicos tienen niveles más bajos de estos residuos.
Además de la protección durante el cultivo, los pesticidas también se utilizan después de la cosecha para prolongar la vida útil de los productos, es decir, el control postcosecha, especialmente cuando se trata de productos importados de países lejanos, lo que genera mayor concentración de plaguicidas y riesgo para la salud humana, al consumir dichos productos.

Metales pesados que dañan tu salud

Agroquímicos que alteran la tierra y afectan profundamente la salud de todo un ecosistema
- Ácidos grasos Omega 3:
Los requisitos de alimentación para la ganadería orgánica, establecen el uso de pasto y alfalfa para el ganado. Esto da como resultado niveles generalmente más altos de ácidos grasos omega-3, un tipo de grasa antiinflamatoria que es más saludable para quien consuma esa carne, pero también para el ganado, ya que, en general, son animales más sanos.
Estos ácidos grasos omega-3 más altos se encuentran en carnes, lácteos y huevos orgánicos, de animales criados en libertad.
Por el contrario, alimentar de manera convencional al ganado a base de granos como maíz y sorgo, hace que predominen en ellos los ácidos grasos Omega 6, los cuales son proinflamatorios.
¿Qué desventajas tiene consumir alimentos orgánicos?
Aunque esta actividad ha ido creciendo a través del tiempo, todavía existen algunos factores que limitan la adquisición y consumo de esta clase de alimentos. Uno de ellos es el alto precio que se paga.
La comercialización de los productos orgánicos, en la actualidad, se ha ido diversificando y la accesibilidad a ellos es cada vez es mayor. Ahora, además de en mercados locales, tiendas naturistas y establecimientos especializados, también se encuentran en cadenas de supermercados.
Tal vez te has preguntado ¿por qué su costo se eleva en comparación con los convencionales? Esto es debido a que su producción es más lenta y en menor cantidad, resultado de la ausencia de fertilizantes, hormonas de crecimiento o algún otro aditivo químico que ayude a incrementar la producción de frutos de las plantas, o la masa muscular del ganado. Así como también al riguroso control de certificación al cual son sometidos. Y esto me lleva a hablarte sobre cómo reconocer un alimento orgánico del que no lo es.
¿Cómo reconocer un alimento orgánico?
Los productos orgánicos se distinguen de los convencionales porque en sus etiquetas, se indica que el producto cumple las normas de calidad orgánicas. El distintivo nacional de productos orgánicos, en México, entró en vigor en marzo del 2014.
Las pequeñas etiquetas pegadas en las frutas y verduras contienen el código PLU (Price lookup, por sus siglas en inglés), sirven para indicar el tipo de cultivo del cual proceden, es decir, si vienen de un cultivo tradicional o de uno orgánico.
Las de cultivo orgánico y no genéticamente modificado siempre empezarán con el número «9».
El uso de estos códigos PLU es completamente opcional, así que muchos productores deciden no ponerlos, especialmente si comercializan frutas y verduras genéticamente modificadas.
Al igual que en los productos tradicionales, en los orgánicos, también es importante comparar precios y calidades entre marcas, pues también existe variación entre estos.

Distintivo nacional para los productos orgánicos

Sello de certificación orgánica de Estados Unidos
8 recomendaciones finales:
- Si vas a comprar un producto que te venden como orgánico, asegúrate de que tenga el certificado de orgánico, si no es así, piensa muy bien si lo compras o no.
- Compra solo lo que vayas a comer, debido a que no tienen conservadores químicos potentes, su vida útil es menor y se echan a perder más rápido.
- Compara precios entre los diferentes establecimientos que venden el mismo producto.
- Si no puedes consumir todos tus alimentos orgánicos, selecciona diversos alimentos de distintas fuentes. De esta manera, reducirás la probabilidad de sobreexponerte a un pesticida en particular.
- Compra frutas y vegetales locales y de estación siempre que te sea posible.
- Lava y talla bien las frutas y los vegetales frescos. El lavado ayuda a eliminar la suciedad, las bacterias y los restos de sustancias químicas de la superficie de las frutas y los vegetales, pero no todos los residuos de pesticidas se pueden eliminar con el lavado. Ponerlos en remojo por 10 o 15 minutos en una solución de agua con bicarbonato ayuda a remover casi todos los pesticidas. Descartar las hojas externas de los vegetales de hoja puede reducir los contaminantes. Pelar las frutas y los vegetales puede eliminar los contaminantes, pero también podría reducir los nutrientes.
- Fíjate en el indicador natural. Todos los productos orgánicos contienen “animales de la huerta”, como gusanos, insectos y otros seres vivos que conservan el ecosistema en el que se cultivan esos alimentos.
- Adquiere los productos en tu establecimiento de confianza. En ocasiones, los pequeños productores orgánicos no pueden hacerse con el sello que así lo certifica, pero esto no significa que no lo sean.
Como puedes ver, consumir alimentos orgánicos tiene más ventajas que desventajas, te propongo que lo veas como una inversión y no como un gasto, porque estarás invirtiendo en tu salud, construyendo tu mejor versión.
¡Tú eres única, y tu salud lo vale! Escríbeme y platicamos sobre la forma en la que podemos trabajar juntas. ¡Estaré encantada de conocerte y elaborar tu plan personalizado!. Mi abordaje es integrativo, puede ser un tratamiento por sí mismo, o bien, funciona a la perfección para complementar tu tratamiento médico.
Recuerda, un paso a la vez, cada paso cuenta y poco es mejor que nada.
El Blog Viviendo en Plenitud®: la salud desde una perspectiva integrativa, año 2, número 14, abril 2022, es una publicación electrónica periódica editada por Maricruz Cuevas García, en Baja California Sur, La Paz, México, contacto@viviendoenplenitud.mx radicado número 00006578, ISSN en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Editora responsable de todas las publicaciones: Maricruz Cuevas García. Fecha de última modificación: 16 de abril de 2022