Desde la comida que consumes, pasando por el agua que bebes, el aire que respiras, hasta los productos que usas cada día, todas experimentamos la exposición a tóxicos.
Las sustancias químicas están presentes en el agua, en materiales de construcción y decoración, en pinturas, productos de limpieza, insecticidas domésticos, ambientadores, productos de aseo e higiene personal, utensilios de cocina, recipientes plásticos, etc.
La OMS reconoce que la contaminación por productos químicos en los hogares es un grave problema de salud pública, ante el que es necesario actuar. Hoy te quiero mostrar cómo hacerlo.
¿Qué tan segura es el agua que estás usando y bebiendo?
El agua potable es un cocktail de sustancias tóxicas, ya que, a pesar de haberse sometido a procesos de depuración y potabilización, es muy frecuente que no se eliminen todos los residuos químicos.
Entre los contaminantes presentes están, por ejemplo:
- Cloro
- Residuos de pesticidas
- Residuos de hormonas
- Metales pesados como el arsénico
- Microplásticos
- Etc.

Según la OMS, “en estos momentos, el límite recomendado para la concentración de arsénico en el agua potable es de 10 μg/l, aunque este valor de referencia se considera provisional dadas las dificultades de medición y las dificultades prácticas relacionadas con la eliminación del arsénico del agua de bebida”.
Las tuberías que distribuyen el agua a cada hogar también pueden ser un problema, ya sea que se trate de tuberías de asbesto, de cobre, de plomo, o de PVC, que podrían causar cierta liberación de sustancias problemáticas.
México es el país del mundo que más agua embotellada consume, entre el 71 y el 98% de su población.
Sin embargo, las aguas embotelladas no son la mejor opción, ya que es común que ciertos materiales, como el bisfenol A (BPA), migren de la botella al líquido que hay dentro.
El BPA es un disruptor endocrino, lo que significa que puede interrumpir la función hormonal normal y provocar una serie de graves problemas de salud. Los estudios han vinculado el compuesto al cáncer de mama.
Y, ¿cuándo migran esos materiales dentro del líquido? Cuando los plásticos se exponen a temperaturas superiores a 66 grados Celsius, lo cual no es descabellado si pensamos en la temperatura de un auto en un día de verano de muchas ciudades.
“Cuanto más expuesta al calor, más cantidad de químicos pueden pasar a los alimentos o al agua potable”, afirma Rolf Halden, director del Center for Environmental Health Engineering del Biodesign Institute, Arizona State University.
Cómo beber agua de manera saludable
Para mantenerte hidratada y alejada de los contaminantes del agua, elige instalar un filtro que purifique el agua que uses para cocinar y beber, o bien, elige una botella de agua metálica o de vidrio, en lugar de una plástica reutilizable.

Vidrio y acero inoxidable, las mejores opciones
De la misma manera, para disminuir la exposición en la regadera a sustancias químicas, te sugiero:
- Hacer los baños más cortos: para estar menos expuesta al cloro y al resto de sustancias que vengan en el agua potable.
- Usar agua menos caliente: para evitar que los tóxicos entren a tu cuerpo por los poros de tu piel
- Instalar un filtro en la regadera para evitar que pasen las sustancias.
- Cambiar cortinas de plástico por puertas de cristal: porque las cortinas de plástico desprenden esas sustancias y también se acumulan hongos, que son causantes de infecciones.
Químicos presentes en los productos de higiene personal y cosmética
La piel es el órgano más grande y es permeable, por lo que tiene la capacidad de absorber cosas que permanezcan en nuestro cuerpo por mucho tiempo, desde un producto cosmético, pasando por una crema, lociones o tintes para el cabello.
Además, también puede absorber compuestos tóxicos presentes en las prendas de vestir, ya sea porque forme parte de la fibra de la tela, o por usar un jabón para lavar ropa muy perfumado, lleno de fragancias sintéticas.
El formaldehído o algunos conservadores que lo contienen, pueden acabar liberándolo, y está presente en esmaltes de uñas, jabones líquidos, geles para el cabello, etc. Este compuesto está ligado a problemas como la sensibilización cutánea, erupciones en la piel y cáncer.
Entre las sustancias que se encuentran en cremas, sprays, shampoos o esmaltes de uñas están los ftalatos, los cuales son disruptores endocrinos, es decir, interfieren en nuestra función hormonal normal y han sido asociados por diversos estudios a desarreglos como: pubertad precoz en niñas, alergias, entre otros.

Los productos de higiene y de belleza son fuentes de tóxicos para el cuerpo
Otra sustancia muy preocupante que ha sido asociada al cáncer, efectos sobre el desarrollo y la reproducción es la hidroquinona, y que puede estar en ciertos productos para aclarar la piel.
Mucho se ha dicho que algunos lápices de labios, especialmente los de larga duración, pueden contener plomo. Este y otros metales como cromo, zinc, cadmio o mercurio se han detectado en diferentes cosméticos.
Sustancias químicas presentes en la «fragancia»
Las fragancias son un elemento de preocupación de muchos científicos. En primer lugar, por la gran cantidad de productos en los que se emplean, como es, detergentes de ropa, productos de limpieza, aromatizantes ambientales, jabones, cremas, perfumes, aguas de colonia, etc.
En segundo lugar, porque en las etiquetas no se detallan qué sustancias concretas las integran por el secreto comercial que las respalda.
Detrás de la denominación de fragancia puede haber la nada despreciable cantidad de 3.163 productos químicos diferentes, de los cuales, al menos 700 se asocian a un posible riesgo.
Lo que tenemos que tomar en cuenta es que estos tóxicos se van sumando en el organismo y muchos de ellos son difíciles de eliminar por unos filtros saturados y, tienden a acumularse, causando todo tipo de estragos.
¿Qué podemos hacer para evitar la sobreexposición a estas sustancias?
- Cada vez es más sencillo encontrar en el mercado productos más naturales. Hay muchas marcas de cosmética ecológica, algunas certificadas y otras no, que aseguran estar libres de tóxicos y que ofrecen una gran variedad de productos. Sin embargo, siempre resulta buena idea indagar un poco sobre los ingredientes de los que estos productos están hechos.


Cosmética ecológica, la primera opción
- Otra opción, si es que dispones del gusto y del tiempo para ello, son los productos DIY, es decir, los productos elaborados por ti misma, al menos los que sean de mayor uso.
- Si tienes dudas sobre los compuestos que se encuentran en la lista de ingredientes de tus cosméticos y productos de higiene personal, puedes consultar la base de datos más completa para ese fin, Skin deep cosmetics de EWG. Esta base de datos brinda soluciones prácticas para proteger la salud de toda la familia por la exposición diaria a los productos químicos.
Ya ves que hay muchas maneras en las que puedes reducir la cantidad de toxinas a las que estás expuesta y, así, ayudar a tu cuerpo para que se desintoxique con toda la eficacia de la que es capaz.
¿Quieres que te ayude a hacerlo de manera personalizada? Te invito a conocer mi programa de Health Coaching, donde te voy a enseñar cómo lograr eliminar de tu vida los tóxicos a los que estás expuesta.
¡Tú eres única, y tu salud lo vale! Escríbeme y platicamos. ¡Estaré encantada de conocerte! Mi abordaje es integrativo, puede ser un tratamiento por sí mismo, o bien, funciona a la perfección para complementar tu tratamiento médico.
Recuerda, un paso a la vez, cada paso cuenta y poco es mejor que nada.
El Blog Viviendo en Plenitud®: la salud desde una perspectiva integrativa, año 2, número 16, mayo 2022, es una publicación electrónica periódica editada por Maricruz Cuevas García, en Baja California Sur, La Paz, México, contacto@viviendoenplenitud.mx radicado número 00006578, ISSN en trámite, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Editora responsable de todas las publicaciones: Maricruz Cuevas García. Fecha de última modificación: 25 de mayo de 2022